Lo más impactante del juego de Stephen no son los tiros a nueve metros, sino la inteligencia para poner un partido a sus órdenes. Con un estilo menos impactante, Leonard ha venido haciendo algo similar
Con la brillante clasificación de Toronto Raptors, y el lógico pensamiento que asaltará a varios de sus jugadores antes de la Final de la NBA, Ave, Golden State, morituri te salutant, me llega esta provocación de un gran amigo y principal fan de la liga norteamericana en mi entorno.
“Pablo; Stephen Curry es el jugador con mayor impacto sobre el baloncesto, al menos en este siglo”.
Vayamos por partes. Primero toca decantarse por el mejor quinteto del año. Lo haré en orden de altura ascendente, porque cada vez tiene menos sentido hablar de posiciones específicas. Aquí está mi elección, a ver si coinciden. Elijo por supuesto a Curry y lo acompaño de Kawhi Leonard, Giannis Antetokoumpo, Kevin Durant y Joel Embiid.
Tocaría subir al podio al jugador más valioso de la temporada. Y continúa la provocación. “El impacto de Curry ahora, Pablo, no es el de aquel Magic Johnson física y técnicamente superior, o el de Lebron James, como un tipo capaz de ocuparse de cualquier cosa en la pista. Lo que ha hecho Curry es cambiar la manera de entender el baloncesto, primero de todos sus compañeros y, ahora, de casi todos sus rivales. Con su personalidad y descaro no es que haya evolucionado un puesto, es que ha inducido a la revolución en el juego. Y si a esto le añades que ha llevado a su equipo a la quinta final consecutiva —cosa que no pasaba desde los Celtics de los 60’s—, y que esta vez lo ha logrado sin Durant, Cousins e Iguodala en el playoff frente a Portland; con 37 puntos y triple doble en el último partido…”.
En esas estábamos, a punto de firmar la provocación como si fuera nuestra, cuando intervino en la conversación un abogado del diablo.
—No entiendo bien lo que dices de que todos han imitado su juego. ¿Quieres decir que la fiebre de tirarse todo de tres la empezó él?
—Me refiero a que por culpa de Curry la amenaza de tiro de todos los equipos de la liga, y de casi todos los jugadores, empieza a nueve metros del aro. El Impacto Curry hará que cambien las reglas pronto, ya verás.
Entendido el argumento, y alabado sea Stephen, ayudemos a Toronto (el equipo de nuestros Marc, Scariolo e Ibaka) a buscar el antídoto. Y lo tienen. Cuando uno presencia un partido de los Warriors, o de los Bucks con Anteto a pleno rendimiento, tiene la sensación de que irán avanzando de 20 en 20 casi en cada posesión. Con Kawhi liderando a Toronto, la idea es que a los rivales se les hagan los cuartos, los partidos y el playoff interminables. Frente al insultante inicio de los Bucks, escribí a Scariolo para darle ánimos. “Si ganáis los dos en casa, pueden tener dudas”. “Empecemos ganando uno”, fue su respuesta. La magia de Curry, de Durant, de Thompson, de repente explota y te rompe. Pero en la remontada tan meritoria frente a Milwaukee, nos ha parecido ver a un Kawhi muy similar —en ataque y en defensa—, al imperial Lebron James de los últimos Cleveland campeones. La llegada de Marc siempre nos pareció que podía aportar mucho a este tipo de baloncesto, si las fuerzas les aguantaban.
Dando una respuesta final a la provocación de mi amigo, lo que él llama el Impacto Curry no es otra cosa que la gran intuición de un jugador para maximizar su capacidad de influir en la profesión. Lo más impactante del juego de Curry no son los tiros a nueve metros, sino la inteligencia, la determinación y el gran trabajo que hay detrás para poner un partido de baloncesto a tus órdenes. Con un estilo quizá menos impactante, Kawhi ha venido haciendo algo similar. El antídoto frente a los Warriors no es tirar de nueve metros como ellos, es ser al menos igual de inteligentes en la pista.
Fuente: https://elpais.com/deportes/2019/05/26/actualidad/1558891939_110693.html